Vic Medieval: Un Viaje En El Tiempo Por El Corazón De Osona del Hotel J.Balmes Vic en Vic. Web Oficial.

 

Vic medieval: un viaje en el tiempo por el corazón de Osona

Cuando paseas por las calles empedradas de Vic, el pasado parece respirar en cada esquina.

Cuando paseas por las calles empedradas de Vic, el pasado parece respirar en cada esquina. El eco de las campanas, la sombra de los campanarios y las arcadas de piedra recuerdan que esta ciudad fue uno de los grandes centros del poder episcopal y comercial de la Cataluña medieval. Si te gusta la historia, el arte y las tradiciones, adéntrate con nosotros en un recorrido por la Vic medieval, una ciudad que ha sabido conservar su alma.

Los orígenes de una ciudad milenaria

La historia medieval de Vic comienza en el siglo IX, cuando el conde Wifredo el Velloso repobló las tierras de Osona y reconstruyó la ciudad sobre los restos de la antigua Ausa romana. A partir de entonces, Vic se convirtió en un importante centro episcopal, con una vida urbana dividida entre el dominio del obispo y el de los señores del Castillo de los Montcada. Esta dualidad marcó profundamente el carácter de la ciudad hasta su unificación en el siglo XV.

Uno de los momentos clave fue la consagración de la catedral románica en el año 1038, bajo el obispado de Oliba, abad de Ripoll y figura esencial del románico catalán. A él debemos, en buena parte, el nacimiento del arte románico y las asambleas de Paz y Tregua, que trajeron estabilidad a un territorio dividido por conflictos.

Los tres pilares de la Vic medieval

Durante siglos, la ciudad creció en torno a tres puntos fundamentales:

  • La catedral, símbolo del poder espiritual.

  • El castillo de los Montcada, centro del poder feudal.

  • La Plaza Mayor, el escenario comercial y social.

Este triángulo definía la estructura urbana de una ciudad protegida por murallas y llena de vida.

Monumentos que cuentan mil años de historia

La Catedral de San Pedro es el mejor testimonio del pasado medieval de Vic. Del templo románico original se conservan tres joyas: el campanario lombardo, de 46 metros de altura; la cripta del siglo IX, con capiteles califales; y el claustro gótico, una obra majestuosa del siglo XIV. En conjunto, un espacio que conecta la Vic románica con la ciudad viva de hoy.

A pocos metros se alza el Templo Romano, redescubierto en 1882 durante el derribo del castillo de los Montcada. Es uno de los pocos templos romanos íntegros de Cataluña y un símbolo de la fusión entre las distintas épocas de la ciudad.

Otro espacio clave es el Puente de Queralt, del siglo XI, que cruza el río Mèder y conectaba Vic con el antiguo camino a Barcelona. Pasear por él es como pisar siglos de historia.

También merecen una visita las murallas de Pedro III y el Portalet, el conjunto defensivo que rodeaba la ciudad en el siglo XIV, y la Lonja, antigua sede del Consejo de la Ciudad, donde aún resuenan las voces de los mercaderes de antaño.

Y si hay un barrio que conserva el espíritu artesanal de la Edad Media, ese es el de las Tenerías, junto al río Mèder. Durante siglos, aquí se trabajaron las pieles que hicieron de Vic un centro de producción reconocido en toda Cataluña. Hoy, el barrio se ha convertido en la primera Zona de Interés Etnológico de Cataluña.

El arte medieval, vivo en el Museo Episcopal de Vic

Ninguna visita a la ciudad está completa sin pasar por el Museo Episcopal de Vic (MEV), una de las colecciones de arte medieval más importantes de Europa. Con más de 29.000 piezas, el museo destaca por sus obras románicas y góticas catalanas: frontales de altar, baldaquinos, esculturas y retablos que muestran el esplendor artístico de la época. Es un auténtico viaje por la historia espiritual y artística del país.

El Mercado Medieval de Vic: la ciudad se transforma

Cada mes de diciembre, coincidiendo con el puente de la Inmaculada, Vic vuelve a vestirse de caballeros y taberneros. Durante tres días, el Mercado Medieval de Vic convierte el centro histórico en un escenario de cuento: puestos de artesanía, espectáculos callejeros, música antigua y aromas de cocina tradicional llenan plazas y calles.

Del 6 al 8 de diciembre de 2025, la ciudad revivirá su época más esplendorosa. Un evento único que atrae cada año a más de 100.000 visitantes y que se ha convertido en todo un símbolo del cierre de año en Osona.

Vivir la historia desde el corazón de Vic

Descubrir el patrimonio medieval de Vic es entender su esencia: una ciudad que mira al futuro sin olvidar de dónde viene. Tanto si vienes de visita como si eres de aquí, merece la pena redescubrir sus rincones con calma, entre piedras, leyendas y el sonido de las campanas.

Y para disfrutarlo plenamente, nada mejor que alojarse cerca de todo: el

Hotel J. Balmes

, en el corazón de Vic, es el punto de partida ideal para vivir esta experiencia histórica con todo el confort actual.

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