La comarca de Osona custodia uno de los legados románicos más valiosos del país. Con más de 90 monumentos repartidos entre valles, pueblos y colinas, nuestro territorio ofrece una experiencia única para los amantes del arte, la historia y el paisaje. Las 10 rutas del románico permiten recorrer iglesias, monasterios, puentes, castillos y ermitas que han resistido el paso del tiempo, en un viaje que va del siglo XI al XIII.
Descúbrelas una a una y prepárate para adentrarte en un pasado lleno de espiritualidad y belleza arquitectónica.
El románico en Osona
La arquitectura románica de Osona destaca por su estilo lombardo, importado desde Italia en el siglo XI gracias a figuras clave como el abad y obispo Oliba. Su impronta se aprecia en los arcos ciegos, bandas lombardas, bóvedas de cañón y esbeltos campanarios que todavía se elevan majestuosos en pequeños núcleos rurales o en el casco antiguo de Vic.
La riqueza patrimonial de la comarca se organiza en diez rutas temáticas que permiten descubrir, paso a paso, un verdadero museo al aire libre.
Las 10 rutas del románico en Osona
1. Ruta de Vic
Vic es el epicentro cultural de la comarca. En su casco antiguo se encuentra el Museo Episcopal, con una de las mejores colecciones de arte románico de Europa. La cripta y el campanario lombardo de la catedral nos remontan al siglo XI, mientras que el Puente de Queralt y la Albergueria recuerdan el paso de peregrinos medievales. No te pierdas el Castillo de los Montcada, ni la iglesia de Sant Sixt, con su ábside y campanario románico.
2. Ruta de Sant Pere de Casserres
Esta ruta nos lleva hasta uno de los conjuntos más espectaculares: el monasterio de Sant Pere de Casserres, ubicado en un meandro del Ter. De camino, destacan joyas como Sant Esteve de Tavèrnoles, Sant Feliuet de Savassona (encaramado a una gran roca con tumbas antropomorfas) y Sant Pere de Savassona, una pequeña iglesia con mil años de historia.
3. Ruta de Sant Martí del Brull
Una ruta ideal para combinar con senderismo. Incluye iglesias como Santa Eugènia de Berga, Sant Genís de Taradell (con campanario restaurado por Puig i Cadafalch), y Sant Martí del Brull, con restos de pintura mural conservados en Vic. También destacan Sant Quirze de Subiradells, Santa Maria de Seva y Sant Jaume de Viladrover, todas con trazas románicas genuinas.
4. Ruta de Sant Vicenç de Malla
Desde Vic hacia el sur, esta ruta permite visitar templos como Sant Vicenç de Malla, con tres ábsides, y Lourdes de Tona, de base románica. También puedes descubrir el espectacular emplazamiento de Sant Andreu del Castell de Tona o acercarte a Sant Pere de Valldeneu, rodeada de campos. Muchas de estas iglesias están abiertas en horario de misa o se pueden visitar contactando con los ayuntamientos.
5. Ruta de les Guilleries
La iglesia de Sant Martí de Riudeperes (siglo XI), incluida también en el Camí Oliba, es uno de los puntos fuertes. Le siguen Sant Julià de Vilatorta y Santa Maria de Vilalleons, ambas con añadidos posteriores pero de origen románico. La ruta se adentra en las montañas hasta Sant Sadurní d’Osormort y la hermosa Sant Vicenç d’Espinelves, con su portal del siglo XI intacto.
6. Ruta de la Vall de Sau
En esta ruta confluyen espiritualidad y naturaleza. Santa Maria de Folgueroles y Sant Llorenç del Munt son magníficos ejemplos del románico rural. Desde Vilanova de Sau, se accede al pantano del mismo nombre, donde sobresale la silueta del campanario de Sant Romà, sumergido bajo las aguas, todo un icono del patrimonio catalán.
7. Ruta de Sant Vicenç de Torelló
Esta ruta recorre el norte de la comarca y permite visitar iglesias como Sant Esteve de Granollers de la Plana, Sant Julià de Vilamirosa y la propia Sant Vicenç de Torelló, con un ábside bien conservado. Muchas conservan elementos originales pese a las remodelaciones barrocas, y casi todas se integran en entornos rurales tranquilos y accesibles.
8. Ruta del Lluçanès
El Lluçanès es un altiplano repleto de encanto. Aquí encontramos el claustro de Santa Maria de Lluçà, uno de los más bellos del románico catalán, y la iglesia circular de Sant Vicenç del castell de Lluçà. También destacan Sant Andreu d’Oristà, con su cripta rescatada en 1969, y ermitas como Sant Julià Sassorba y Sant Andreu de Llanars, perfectamente integradas en el paisaje.
9. Ruta del Cabrerès
El yacimiento de l'Esquerda incluye los restos de la iglesia de Sant Pere de Roda, junto con vestigios íberos y medievales. Esta ruta conecta también con Sant Martí Sescorts, Sant Bartomeu Sesgorgues, y la escondida Sant Miquel de Sorerols, ideal para aventureros. Finaliza en Tavertet, con su imponente iglesia de Sant Cristòfol, con campanario fortificado.
10. Ruta del Collsacabra
Esta última ruta ofrece lugares tan evocadores como Sant Julià de Cabrera, dañado por los terremotos del siglo XV pero aún visitable. La bellísima Sant Joan de Fàbregues, cerca de Rupit, y Sant Llorenç Dosmunts, en un rincón recóndito, completan una ruta ideal para combinar cultura y naturaleza.
Bonus: el Camí Oliba
Para quienes prefieren descubrir este legado a pie, el Camí Oliba (GR-151) es una oportunidad única. Este itinerario de gran recorrido une Montserrat con los Pirineos pasando por Vic, Ripoll y Sant Joan de les Abadesses, y recorre muchos de los principales enclaves románicos de Osona. Ideal para senderistas, cicloturistas y amantes de la naturaleza y la historia, ofrece paisajes imponentes y un riquísimo patrimonio en cada etapa.
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